El aparato normativo, la infraestructura tecnológica y los organismos nacionales y subnacionales son la punta del iceberg de la lucha contra la corrupción. Pero, ¿Por qué siguen ocurriendo los escándalos en todos los sectores?; ¿Qué nos hace falta como sociedad civil? Bajo la superficie se dejan ver rezagos de una cultura ciudadana debilitada por la inequidad, la falta de oportunidades, el miedo a participar, la antipatía y la triste pero contundente consigna que nos acompaña desde la colonia: "Se obedece pero no se cumple".
Hace días me invitaron a conversar en un grupo de pensamiento en una universidad de Medellín con líderes políticos, estudiantes de diferentes carreras y personas interesadas en conocer en qué consiste la política anticorrupción del país y cómo ellos podrían utilizar las herramientas que el sistema ofrece como ciudadanos. De esto es lo que conversaremos:
La política anticorrupción del país está en el documento del Consejo de Política Económica y Social Conpes 167. Esta política busca fortalecer las herramientas y mecanismos para la prevención, investigación y sanción de la corrupción en Colombia. Las acciones de la política están dirigidas a mejorar el acceso y la calidad de la información pública; mejorar las herramientas de gestión anticorrupción, aumentar la incidencia del control social sobre la gestión pública, y promover la integridad y la cultura de la legalidad en el Estado y la sociedad. Adicional a esta Política, el conjunto normativo, convenciones y organismos encargados del tema muestran un alto desarrollo normativo, pero un problema de ineficacia de las herramientas y mecanismos para la prevención, investigación y sanción de la corrupción. Adicional a un bajo nivel de coordinación e implementación. Hay muchos asuntos interesantes en esta política y en el marco normativo, pero llamaré la atención sobre estos: Primero, el Índice Global de Integridad (IGI) elaborado por la organización Global Integrity, encargado de medir las herramientas anticorrupción con las que cuenta un país, para el 2011 concluyó que si bien Colombia tiene una óptima estructura legal anticorrupción (94 puntos sobre 100), la implementación de la misma es regular (67 puntos sobre 100). Segundo, Colombia es el mejor país en servicios en línea y en participación electrónica de América Latina y el Caribe (puestos 10 y 6 respectivamente a nivel mundial) y el número 43 del mundo en gobierno electrónico. Esto se traduce en la fórmula: Colombia es un país con alto desarrollo tecnológico y normativo, y un bajo nivel de implementación y participación. Este aparato normativo, la infraestructura tecnológica y los organismos nacionales y subnacionales son la punta del Iceberg de la lucha contra la corrupción ¿Por qué siguen ocurriendo los escándalos en todos los sectores?; ¿Qué nos hace falta como sociedad civil? Bajo la superficie se dejan ver rezagos de una cultura ciudadana debilitada por la inequidad, la falta de oportunidades, el miedo a participar, la antipatía y la triste pero contundente consigna que nos acompaña desde la colonia: "Se obedece pero no se cumple". Me gustaría leer sus comentarios. (Versión navagable del mapa https://app.wisemapping.com/c/maps/834748/public )
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Febrero 2024
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