Gobernanza es una forma de referirse al buen gobierno, y el buen gobierno hace referencia a un conjunto de principios, herramientas y procesos que garantizan la administración eficiente, transparente y solidaria de los recursos.
La gobernanza en el deporte aparece luego de escándalos de corrupción y malos manejos. El mensaje que dan las organizaciones deportivas como el COI y las Federaciones con mayor poder económico y comercial es que se adopta la gobernanza para dejar claro que ellos pueden pueden manejar solos los problemas de corrupción en el deporte. Históricamente han invocado autonomía en el deporte, y han afirmado en numerosas ocasiones que autonomía y buen gobierno son caras de una misma moneda; principios sacados de la narrativa político-idealista del mundo de Coubertin. La gobernanza aparece a mi modo de ver, como una respuesta necesaria para mantener lejos el control externo y evitar el debate público. El mensaje detrás de la autonomía y la gobernanza queda claro con la famosa Agenda 2020 “Si no promovemos estos cambios nosotros mismos, otros nos conducirán a ellos” y lo mismo hace la FIFA “Liderar y generar cambio o dejarse llevar y ser cambiado”. Los principios de buen gobierno han sido establecidos por ellos mismos para mantener lejos dos amenazas latentes: La primera, la regulación del estado; y la segunda, la participación de nuevos actores. Y digo nuevos porque han sido pasivos (o cómplices) con los problemas de corrupción en el deporte, y ahora están reclamando su lugar en la gobernanza de la organización deportiva. (atletas, mujeres, patrocinadores, entrenadores, nuevos profesionales) Pensar y definir la gobernanza como parte de iniciativas voluntarias en el deporte es un punto de partida repito, idealista. Las organizaciones deportivas se adaptan si o si a las exigencias de su mayor y más grande socio: El Estado. La gobernanza es costosa, le decía Chapelett a un amigo mío. Y tiene razón; cumplir altos estándares de gestión pública y privada es costoso y demorado, demanda profesionales que nunca trabajarían como voluntarios. Y los dirigentes voluntarios? ellos son tema de otra reflexión. El debate nacional es un buen punto de partida. Los académicos pasamos mucho tiempo discutiendo estos asuntos y cada vez estamos más lejos de la realidad. Ser eficiente, transparente, democrático y solidario, no recibir sobornos y mantenerse íntegro parece una utopía en el país donde la corrupción es sistemática. Un buen punto de partida es el debate del amateurismo en la dirigencia. Allí hay un modelo de gestión arraigado en la cultura y en la legislación deportiva vigente. El COC como líder del deporte asociado en el país debería empezar por ejercer la buena o mejor gobernanza con el ejemplo, asi de sencillo.
Comentarios
|
AutorNo estoy esperando NADA. Mi momento es aquí y ahora. Es HOY, es YA. Archivos
Febrero 2024
Categorías
Todo
|